quinta-feira, 5 de abril de 2012

Brasil flexibiliza requisitos para médicos recibidos afuera

Brasil ha decidido que los médidos de otros países que quieran ejercer en su territorio, ya no tendrán que rendir un examen para revalidar su título.


Médicos necesita Brasil.

BRASILIA - El gobierno de Dilma Rousseff va a flexibilizar las normas para que los médicos recibidos en el extranjero trabajen en Brasil. 
 
La idea es flexibilizar la exigencia, e inclusive prescindir en los casos de graduados en facultades como las de Bolivia, por ejemplo, de hacer el examen para la revalida del título.
 
Hasta hoy día es la principal barrera para el ingreso de profesionales de baja calidad al mercado brasileño.
 
La estrategia comenzó a considerarse durante marzo, después de que la presidente Dilma Rousseff encomendara un plan para expandir rápidamente la oferta de profesionales de la salud. 
 
El plan es trabajar en 2 frentes: 
 
> ampliar los cursos de medicina, y, 
 
> mientras la nueva generación de profesionales no haya concluido aún sus estudios, fomentar el ingreso de profesionales que asistieron a universidades extranjeras.
 
La estimación oficial es que hay 291.300 médicos en Brasil, una densidad de 1,6 por cada 1.000 habitantes. En USA, la relación es de 2,5 por cada 1.000; y Uruguay hay 3,3 por cada 1.000. 
 
El cardiólogo y ex ministro de Salud, Adib Jatene, defiende la adopción de una estrategia que haga foco en la calidad del profesional. "El país necesita más médicos, pero no a cualquier precio". 
 
Esto vale tanto para la creación de nuevos cursos como para la admisión de los graduados en el extranjero: "Necesitamos crear en Medicina nuevas estructuras, con hospitales de apoyo y profesionales de calidad".
 
Por orden de la Casa Civil (Jefatura de Gabinete de Ministros, en Brasil), un estudio de alternativas para facilitar visas de trabajo a los médicos graduados en el extranjero ya está en curso. 
 
Los ministerios de Salud y de Educación trabajan para crear opciones para el examen de validación del diploma. Una de las ideas es crear una especie de pasantía para graduados en una lista de facultades, aún en elaboración.
 
Pagado por el Ejecutivo brasileño, el curso tendría una duración de 2 años. Durante ese período, el profesional trabajaría en los servicios públicos, especialmente en el Programa de Salud Familiar (PSF). Parte del equipo gubernamental argumentó que, al final de la preparación, el profesional debe tener derecho a seguir trabajando en el país, sin realizar la prueba de validación del título.
 
La propuesta es resistida por el Consejo Federal de Medicina, e incluso hay sectores gubernamentales que la cuestionan. Sin embargo, Dilma Rousseff reclama una mayor flexibilidad: la validación automática del título obtenido en el exterior por médicos graduados en un listado de universidades consideradas apropiadas. Además de los aspectos técnicos, el equipo evalúa detalles legales para la ejecución de la directiva.
 
El gobierno, que sabe que es necesario proponer cambios en la legislación, se niega a hablar sobre el asunto, pero los técnicos trabajan arduamente para cumplir con la solicitud de Dilma. El jueves 29/03 en Nueva Delhi, India, la Presidente de Brasil volvió a señalar la falta de profesionales médicos suficientes, y adelantó que el país tendrá que hacer un esfuerzo para ampliar la atención.
 
La escasez de profesionales es mayor en regiones como el Norte. Y la disparidad es enorme entre el estatal SUS (Sistema Único de Salud) y la red privada, que concentra personal. 
 
El problema afecta principalmente a las especialidades médicas. 
En la actualidad, el 24% de las plazas de residencia médica no están ocupadas. 
 
En la medicina de familia intensiva, la inactividad alcanza a 70%.
 
El presidente del Consejo Federal de Medicina, Roberto D'Avila, respondió así a las estadísticas oficiales. "Los estudios muestran que en el país no hay escasez de profesionales sino una distribución desigual." 
 
Para él, el problema no se resuelve con la apertura de escuelas y normas más flexibles para la importación de médicos: "Imagine las consecuencias de dejar ejercer a una persona sin el entrenamiento apropiado. ¿Ofreceremos un profesional mal preparado sólo porque la gente vive en zonas remotas?".  
 
Para él, lo que hay que flexibilizar es el acceso a la red privada, modificando el SUS, pero eso es, desde un punto de vista social, imposible hoy día en Brasil y menos en un año electoral.

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